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Estudios sobre la historia del movimiento comunista en España

Presencia de Togliatti en España

“Togliatti sigue muy atentamente la vida del partido español. En años posteriores dedicará artículos y ensayos cada vez más profundos hasta el punto de que se llega a pensar que pueda tener razón Mario Scoccimarro, cuando afirma «que él estuvo en España durante la guerra civil y también antes» (…)

La misión secreta en Madrid

Entre los misterios españoles de Togliatti-Ercoli-Alfredo tenemos sus misiones en Madrid en 1936 y en los primeros meses de 1937, que él siempre ha negado en sus memorias, en respuesta a entrevistadores: No; no fue a España hasta julio de 1937. Confirman su no Luigi Longo, Vittorio Vidali y Teresa Noce, los cuales dicen que «si hubiese estado, lo habríamos sabido». Nosotros no tenemos ninguna prueba documentada en contra, pero existen muchas dudas. Quien lo afirma de forma más decidida y con mayor lujo de detalles es Jesús Hernández, miembro de la dirección del Partido Comunista de España, ex-ministro, que se refugió primero en Rusia y que. después, en México, salió del partido. Hernández no precisa la fecha del primer encuentro en España con Togliatti, pero da algunas referencias cronológicas mediante las cuales se le puede situar entre el 27 y el 31 de agosto de 1936. Una mañana de agosto el camarada Checa le avisa:

—Reunión de la dirección.

—¿A qué hora?

—Esta tarde, a las cinco.

—¿Estarán Duclos y Togliatti?

—Sí, me satisface que hayan venido.

En la reunión, Hernández se encuentra con los españoles Díaz. Dolores Ibarruri, Mije, Uribe y Checa, y los enviados del Comintern, Codovilla, Stepanov, Geroe, Togliatti y Duclos. Se discute sobre la ayuda que Rusia podrá suministrar a los españoles, y Togliatti invita a la prudencia: «La lucha del pueblo español se ha iniciado en condiciones poco favorables para la república (...). La Unión Soviética debe defender su propia seguridad. Una acción precipitada podría romper el actual equilibrio y desencadenar una guerra que podría extenderse hacia el Este (...). Quien no tenga en cuenta esta realidad cometerá un error; quizá razone con el corazón. pero no con la cabeza»."

Existen pruebas seguras de que cuatro de los enviados del Comintern mencionados por Hernández estaban por aquellas fechas en España. ¿Por qué debería mentir Hernández sobre el quinto, sobre Togliatti? Francisco Antón, uno de los dirigentes españoles de entonces y actualmente miembro del comité central, afirma: «Hernández se inventó la presencia de Togliatti en Madrid en los primeros meses de la guerra para demostrar, siguiendo el consejo de sus financiadores de la CÍA, que el Partido Español dependía del Comintern, y porque, al aparecer su libro en el año 1953, era útil presentar a Togliatti como un misterioso ejecutor de las órdenes de Stalin». Pero las explicaciones de Antón no se tienen en pie. Todos saben que el Partido Español, al principio de la guerra, estaba asistido muy de cerca, por no decir directamente, por los enviados de la Internacional; añadir el nombre de Togliatti al de los otros cuatro no cambia en nada las cosas." El historiador Colodny cita un párrafo del diario de Koltsov, el corresponsal de Pravda:

«Al mismo tiempo que llegaba la plana mayor del general Goriev a Madrid, llega a la capital española una delegación del Comintern, encabezada por Palmiro Togliatti y por André Marty, que pone manos a la obra de la transformación de la colección políglota de voluntarios en una unidad de ataque». ¿Por qué tiene que ser éste un falso testimonio? Porque, se afirma, Togliatti trabaja en Moscú y ha sido visto en esta capital en diversas ocasiones durante la segunda mitad de 1936 y la primera de 1937. Pero ¿qué significa esto? De Moscú a Madrid hay pocas horas de avión y las presencias de Togliatti en Madrid se insertan perfectamente en sus ausencias de Moscú. Por fin, también tenemos el testimonio de Scoccimarro, quien para afirmarse se pregunta: «¿Estaba en España ya en el año 1936, o llegó en 1937?» Scoccimarro dice: «Estuvo ya en 1936; estoy segurísimo». Falta preguntarse por qué Togliatti insiste en negarlo, incluso tras la muerte de Stalin. Probablemente porque la regla del Comintem es que el silencio, una vez decidido, se mantiene para siempre, con el fin de no desmentir a los que hacen de cobertura. La razón para callar sobre aquellas primeras misiones está clara: Se sabe que el fantasma del peligro rojo, que se basa en la presencia de gentes del Comintern en España, lo usa la propaganda burguesa y fascista. Por ello es mejor circundarla de la más absoluta reserva, especialmente en relación con el segundo secretario del KOMINTERN”.

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